Qué difícil puede resultar la entrada o el recibidor de una casa, en mi caso, es un espacio estrecho y con poca luz natural...y si le agrego el desorden de niños, peor. Mochilas, bolsos de deporte, zapatos, ropa de invierno, chaquetas, abrigos, bufandas, guantes, ¡ufff me agote!; se vuelve todo un desafío encontrar un arreglo para tal caos...así que ¡¡¡no queda otra que hallar la perfecta solución!!!
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